Jorge Lanata, de 63 años, se encuentra en estado crítico tras haber sido sometido a una tercera cirugía en el Hospital Italiano debido a una isquemia intestinal. El periodista, que lleva cuatro meses internado, permanece sedado en terapia intensiva. Pese a los esfuerzos médicos, que incluyeron la extirpación de más de 70 centímetros de su intestino en varias intervenciones, la afección aún no ha sido resuelta, lo que ha obligado a programar una nueva cirugía para este miércoles.
El estado de Lanata sigue siendo reservado, y su situación se complica por la necesidad de una ostomía externa, procedimiento que desvía parte del intestino para garantizar su funcionamiento. Los médicos no consideran viable trasladarlo a un centro de rehabilitación especializado hasta que se logre estabilizar su condición. En ese sentido, su evolución continúa siendo incierta, a la espera de nuevos partes médicos.
En paralelo, la situación ha generado tensiones familiares, especialmente entre su esposa, Elba Marcovecchio, y sus hijas, Bárbara y Lola Lanata. Marcovecchio, quien cuenta con el poder legal sobre los bienes del periodista, decidió cerrar el departamento de Lanata para evitar dudas sobre posibles faltantes. Esta medida ha causado controversia, ya que las hijas han solicitado que se le revoque esa autoridad.
La jueza a cargo del caso, Lucila Inés Córdoba, está evaluando la solicitud de las hijas, quienes buscan anular el poder que le otorgó Lanata a su esposa antes de su estado crítico. Mientras tanto, la disputa familiar añade más incertidumbre en torno a la situación del periodista, cuyo estado de salud sigue siendo delicado.